El pasado 31 de enero podíamos leer en Diagonal: Big Data para rastrear al consumidor.

Big Data
[…] cada minuto se realizan cuatro millones de búsquedas en Google, se cruzan 204 millones de correos electrónicos, se suben 400 horas de vídeo a YouTube o se publican 2,5 millones de contenidos en Facebook. Y esta red de 3.400 millones de personas, el 45% de la población mundial, incrementa año tras año su tráfico de información casi en un 30%, calcula Cisco VNI.
Toda esa información está ahí y ahora se habla de Big Data porque, efectivamente, son muchos datos, pero sobre todo, porque con ellos vienen nuevas formas de entender su gestión y uso.
[…] De momento, sólo las tarjetas electrónicas, el teléfono móvil y algunos pocos wearables (dispositivos electrónicos incorporados a la ropa o complementos) están funcionando como rastreadores de nuestros movimientos, pero la tendencia es innegable. Este mismo año, señala Teresa García, la mitad del tráfico de internet se realizará a través de conexiones wifi, «pudiendo controlar qué ocurre en las tiendas, las veces que se acude a ellas, el tiempo de permanencia, la reacción ante un descuento o ante el rediseño de un espacio».
El Big Data, por tanto, vuelve a alimentar el sueño de predecir el comportamiento del consumidor en las distintas fases del consumo. Poco se habla todavía de los impactos negativos que esto podría tener para nuestros derechos y nuestra capacidad de elección, pero nos los vamos imaginando.
Por eso desde este servicio intentamos utilizar el buscador que no rastrea DuckDuckGo como alternativa a Google.